Leyendas sobre el origen de los incas

LOS INCAS

Video sobre el origen de los incas

Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo.

El dios Sol,    creó  una pareja: Manco  Cápac y Mama Ocllo y  les ordenó  construir un  gran  imperio. Ellos enseñarían a los hombres las reglas de la vida civilizada y a venerar su dios creador, el Sol. Pero antes, Ayar Manco y Mama Ocllo debían fundar una capital. 

 Ayar Manco y Mama Ocllo emergieron  del lago  Titicaca. Ellos se pusieron en marcha hacia el norte. Los días pasaron sin que el bastón de oro se hundiera en el suelo. Una  mañana,  al llegar  al cerro  Huanacauri, el bastón  de  oro  se  hundió  en el suelo. Manco  Cápac y Mama Ocllo  se establecieron  allí.  Manco Cápac enseño a los hombres a trabajar la tierra y a construir canales y  Mama Ocllo enseño a las mujeres a  coser, cocinar y  hacer telares.

Leyenda de los hermanos Ayar

Cuenta que el Dios Wiracocha (creador del mundo) envió a sus hijos más poderosos en busca de tierras fértiles para cultivar maíz, su producto más preciado.

Es así como, en el paraje Tambotoco de Pacaritambo, desde el cerro Pumaorqo, salieron los cuatro Hermanos Ayar con sus respectivas esposas. Ayar Cachi, el más fuerte y Mama Guaco; Ayar Uchu y Mama Cora; Ayar Aucca y Mama Rawa, y Ayar Manco (Manco Cápac), el mayor de los hermanos, que llevaba consigo una vara de oro que su padre, el Dios Wiracocha, le había dado para determinar en dónde plantaría el maíz encomendado, y Mama Ocllo.

En el camino, Ayar Cachi derribó un cerro con un hondazo y formó una quebrada. Temerosos de ese poder, los demás hermanos planearon deshacerse de él. Lo hicieron entrar a una cueva y mandaron a un servidor fiel del grupo a tapiar la entrada.

Continuaron la ruta y llegaron a una zona donde podían ver todo el valle del Cusco. En esa cima había una huaca parecida a una persona. Ayar Uchu se acercó y se convirtió en piedra. A Ayar Aucca le crecieron alas, pero en el trayecto se convirtió en estatua y Mama Ocllo dio a luz a Sinchi Roca. Finalmente, Manco Cápac con su esposa y las demás mujeres, llegaron al Cusco, donde encontraron buenas tierras; el inca hundió su bastón con facilidad y pudo cultivar el maíz. Decidió asentarse y así fundó una gran civilización, la capital del Tahuantinsuyo.